83

Cuando llegamos al destino, Milo me hizo cerrar los ojos antes de entrar. No era algo que quisiera hacer, porque me recordaba dolorosamente a mi cita con Donte, pero cerré los ojos de todos modos, sin querer arruinar el esfuerzo que Milo había hecho por mí. Tomó mis manos mientras me guiaba por una ...

Inicia sesión y continúa leyendo