91

Entré en el salón privado. De repente, estaba temblando de nervios.

Nunca había bailado frente a un hombre por dinero antes.

Parte de mí encontraba gracioso que me confundieran con una bailarina exótica, pero otra parte de mí quería tomarlo en serio, porque sabía que necesitaba un trabajo nocturno...

Inicia sesión y continúa leyendo