98

—¡No te atrevas a hablarme con ese maldito tono! —rugió él—. Te dije desde el primer día que te asigné esta maldita tarea que estarías intervenida. Escuché todo lo que hiciste, Maya. He tenido un dispositivo en ti desde que te uniste al maldito Servicio. Un chip de escucha, maldita zorra. Ahora debe...

Inicia sesión y continúa leyendo