100

Continué sollozando. Mis lágrimas caían de mis mejillas al suelo, haciendo un pequeño ruido al golpear el pavimento en diminutas gotitas. Sabiendo que mi vida había terminado. Sabiendo que nunca superaría esto. Sabiendo que me castigaría por esto por el resto de mi vida mientras siguiera respirando....

Inicia sesión y continúa leyendo