11

—¿Huevo podrido, eh?—me burlé, uniéndome a ella en la bañera.

Ella continuó riéndose a carcajadas.

—Sigue riéndote, cariño—sonreí—. Te dejé ganar a propósito.

—Lo que digas—respondió sarcásticamente, riendo.

—¿No me merezco un premio por dejarte ganar?—la provoqué.

—Oh, no lo sé—rió Sapphire—. ...

Inicia sesión y continúa leyendo