48

En este punto, sentía que la culpa me estaba consumiendo por completo. La culpa de que incluso alguien que me veía como uno de sus mejores amigos no tenía idea de quién era realmente. Mi estómago se retorcía en nudos, y no podía detenerlo.

—Me pasa lo mismo —murmuré—. Nunca he tenido muchos amigos,...

Inicia sesión y continúa leyendo