51

Pero sabía exactamente cómo jugar con él y cómo hacerlo sentir frustrado. Y para ser honesta...

Me encantaba que me castigara.

Así que me aparté lentamente del beso y luego le guiñé un ojo.

Él suspiró con frustración, y no pude evitar soltar una risita. Me giré de nuevo para enfrentar a Sharon, q...

Inicia sesión y continúa leyendo