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—¿Sofía? —murmuró Rose, poniendo su brazo sobre el mío para detenerme de bailar.

—¿Qué? —pregunté, frunciendo el ceño.

—Ese tipo te está mirando —señaló Rose.

Me froté la barbilla, alarmada.

—Dile que ya tiene dueña —replicó Lucy.

—Pero está buenísimo —comentó Rose, mordiéndose el dedo mientras...

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