39

UNA PERSONA DESCONOCIDA

Mientras observaba a Maya en el teléfono público, mi corazón latía con fuerza contra mi pecho.

No podía creer lo que veía.

No podía creer que realmente fuera ella, después de todo este tiempo...

Solté un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Incluso después de todo...

Inicia sesión y continúa leyendo