40

—Ahora, ahora, no me hables en ese tono, Felicia... —murmuró el hombre—. Sabes lo que pasará si me desafías. El mismo destino que tuvo tu hermano Alfonze Michael...

Felicia rompió en sollozos, sus lágrimas cayendo al suelo mientras él seguía tirando de su ropa. Iba a forzarla, a violarla...

Tenía ...

Inicia sesión y continúa leyendo