CAPÍTULO 12: NO VALE LA PENA

—Nadie se va a meter en problemas, April; relájate.

Parpadeo mirando a Nathan. El sonido de mi nombre en sus labios se siente como un abrazo cálido.

—Recuerdas mi nombre —susurro, incapaz de ocultar lo asombrada que estoy.

Sus manos caen de mis hombros, y me cuesta todo mi autocontrol no gritar e...

Inicia sesión y continúa leyendo