CAPÍTULO 173: NAUSEABUNDAMENTE CURSI

Nathan y yo pasamos la mayor parte de la tarde en El Sofá Azul. Él apoya su cabeza en mi hombro y escucha mientras le explico los matices de la chaqueta que estoy dibujando.

Después, caminamos por el suave crepúsculo parisino, tomados de la mano. El aire huele a castañas asadas y al frío agudo de l...

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