CAPÍTULO 22: AYÚDALA

Después de tropezar dos veces y enredarme con la cola de mi vestido, me quito los tacones, levanto el vestido y corro.

Llego a mi habitación jadeando, con el terror recorriéndome la columna vertebral.

Jessica y Lucy están fuera de la puerta, susurrando preocupadas.

—¿Qué pasó? —jadeo. Ambas par...

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