Capítulo 282: La presa ante él

—No corras, gatita. Pronto me rogarás —Pierre observaba las mejillas sonrojadas de Alison, murmurando.

Su piel enrojecida hacía que su pulso se acelerara.

Alison seguía corriendo. Sus pasos se volvían pesados y débiles. Finalmente, no pudo correr más y se apoyó contra un árbol.

Cuando se dio la vue...

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