Capítulo 51

La puerta de la sala estaba cerrada con llave, pero aún se podían escuchar los pasos ocasionales de enfermeras y doctores pasando afuera.

La luz del sol entraba por las cortinas, llenando la habitación con un cálido resplandor amarillo. El olor a desinfectante era fuerte, haciendo que el lugar se s...

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