Capitulo 35: el cebo

El refugio ya no es un santuario. Después de lo que pasó con Lucía, sus paredes se sienten frágiles, como si el veneno de Vittorio hubiera dejado grietas invisibles en cada rincón.

Lucía duerme en una habitación apartada, bajo vigilancia. La he mantenido cerca no por confianza, sino porque su t...

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