Capitulo 70: la prueba de sangre

El amanecer no trajo paz, sino un peso insoportable en mis hombros. El silencio de la mansión ya no era silencio: era un susurro de traición en cada pasillo, un eco de rugido en cada sombra. Había llegado el momento de hacer lo que más temía: poner a prueba a Lucía.

Si aún era mía, lo demostraría...

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