Capitulo 88: una ruptura

La plaza ardía como si la ciudad entera se hubiera ofrecido en sacrificio. Las antorchas arrojadas al aire rodaban como luciérnagas enloquecidas; la humareda lamía los balcones y convertía los rostros de la multitud en máscaras de sombra. Cuando Lía gritó que trajeran al Alfa, su voz fue una camp...

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