81. El final

—Mi querida, ahora que sé que no me desobedecerás, creo que mereces estar en mi habitación. No te preocupes, aún nos divertiremos. Sé que te gustan los cuchillos.

Elise se había desvanecido a otro espacio. Al principio, cuando fue capturada, se había mantenido presente, pero a medida que pasaban lo...

Inicia sesión y continúa leyendo