Capítulo 149

La luz del sol se filtraba a través de las ventanas de piso a techo, calentando mi rostro. Entrecerré los ojos, reacia a abrirlos por completo. Mi cuerpo dolía de las maneras más deliciosas, recordándome las actividades de la noche anterior. Las sábanas de seda se sentían divinas contra mi piel desn...

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