Capítulo 358

Mia se quitó los zapatos y se acomodó en mi casa, dirigiéndose directamente a la cocina. —Cuéntamelo todo. Quiero saber de cada cliente, cada venta, cada momento de tu gran día.

La seguí, sacando dos vasos de chupito del armario. —Fue surrealista. Un minuto estaba nerviosa cortando la cinta y al si...

Inicia sesión y continúa leyendo