Capítulo 75

Mi grito fue ahogado por su boca, que cubría la mía mientras tragaba mis gemidos. Mis muslos temblaban mientras él me sostenía cerca, evitando que me desplomara en un montón sin huesos. Sus dedos nunca dejaron de moverse, extrayendo cada último temblor de mi cuerpo, extendiendo mi placer hasta que p...

Inicia sesión y continúa leyendo