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Riona se despertó a la mañana siguiente justo a tiempo para ver a Black mirándola fijamente. Parpadeó mientras se sentaba en la cama, un poco desconcertada por ser el centro de su atención.

—Buenos días, Black, ¿pasa algo? —preguntó, pero Black solo negó con la cabeza y permaneció en silencio.

—Oh...

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