Capítulo 129

Estando tan cerca, Martina sentía que no podía respirar.

Desde ese ángulo, el rostro apuesto de Benjamin era perfecto, mostrando rasgos cincelados, una mandíbula definida y unos ojos cautivadores que podían encantar a cualquiera.

El corazón de Martina latía cada vez más rápido.

¿Qué estaba traman...

Inicia sesión y continúa leyendo