Capítulo 21

Tal vez porque la casa estaba demasiado silenciosa, Martina se sentó en el sofá, abrazando sus rodillas como una niña desdichada, sin moverse por un largo tiempo.

Si no fuera por su tenue respiración, su existencia podría haber sido ignorada, como si no hubiera nadie allí.

Pensando en la mirada deci...

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