Capítulo 34: Liam

Ella se vuelve a dormir rápidamente, se agotó. Mi pene sigue dolorosamente duro, más duro de lo que creo que jamás haya estado. Pero esto no se trataba de mí. No puedo evitar sonreír cuando la miro acostada sobre mi pecho. Su cabeza está justo debajo de mi barbilla. Puedo inclinarme lo suficiente pa...

Inicia sesión y continúa leyendo