Capítulo 40: Isabelle

Cuando llegamos al encantador bistró de estilo francés, mi corazón empezó a latir con fuerza. Nunca me había sentido tan poco preparada para una salida, y la idea de que me vieran en público sin mi habitual apariencia impecable me llenó de ansiedad. La oscuridad susurraba dudas en mi oído, recordánd...

Inicia sesión y continúa leyendo