Capítulo 440 Un beso por el que morirse

La cara de Harper se puso roja como un tomate y su respiración se volvió irregular.

El discurso que había practicado millones de veces en casa y que podía recitar perfectamente en el coche desapareció de su mente.

Nicholas cruzó las piernas, observándola retorcerse con una sonrisa burlona.

—Vamos...

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