Capítulo 116 La furia del diablo

—No te preocupes, no tienes que decirnos nada, ¡nosotros cuidaremos muy bien de esta belleza rara! ¡Jajaja...!

Los tres hombres se acercaron a Sadie en el sofá, babeando y con el corazón lleno de emoción.

Finley salió de la habitación privada y se giró para cerrar la puerta con llave, sus ojos mir...

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