Capítulo 128 Ganar dinero

—¡Señor Clemens! —saludó respetuosamente el dueño del bar, inclinándose mientras se acercaba—. ¿No lo esperaba por aquí?

Micah no dijo una palabra y se sentó en una esquina.

Las luces tenues proyectaban un brillo esporádico sobre él, haciendo que todos los que lo miraban se sintieran tímidos, como...

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