Capítulo 100 Regalo de bodas

Marisol López

Llevaba los ojos vendados y la incertidumbre me hacía sonreír nerviosa.

—¿Ya vamos a llegar? —pregunté, extendiendo las manos como si pudiera adivinar el camino.

Escuché la risa grave de Erik al volante, esa risa que siempre lograba calmarme.

—Ya casi… paciencia, amor.

El auto se ...

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