Capítulo 14 Grietas en el corazón

Ernesto Duarte

Jamás, en todos mis años al mando, un empleado se había atrevido a hablarme de esa manera. Y no solo era lo que dijo, sino cómo lo dijo. Sin titubeos. Sin miedo. Como si creyera que tenía algún tipo de derecho sobre mí, sobre mi salud, sobre mis decisiones.

Y lo peor… es que no podí...

Inicia sesión y continúa leyendo