Capítulo 30 Quiebre

Ciro Sandoval

La carretera se extendía como una cinta interminable frente a mí. El sol comenzaba a bajar, tiñendo el horizonte de un naranja melancólico, y el silencio entre Marisol y yo llevaba ya varios minutos. Sentía que si no hablaba ahora, esa espina me iba a seguir clavando el alma hasta lle...

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