Capítulo 57 Eres mío

Sara Sandoval

Mi corazón latía con tanta fuerza que pensé que iba a desbordarse. Estaba sentada sobre sus piernas, sintiendo el calor que irradiaba su cuerpo, un calor que me envolvía como un fuego suave, pero imposible de ignorar. Lo miré a los ojos… esos ojos oscuros que siempre parecían impenetr...

Inicia sesión y continúa leyendo