Capítulo 85 Solo quedaban las promesas

Sara Sandoval

La jornada había terminado, pero mi cabeza no podía descansar. Sentía que algo me jalaba desde dentro, como si hubiera un nudo que solo se desharía con una respuesta.

—Espérame un momento antes de irnos, ¿sí? —le pedí a Ciro, que ya tenía las llaves del auto en la mano.

—¿A dónde vas...

Inicia sesión y continúa leyendo