La excursión: Parte IV

Kellian se sienta en la esquina, con los ojos brillando de travesura, luciendo completamente satisfecho consigo mismo.

—Vaya, vaya, qué lenguaje tan colorido de una dama tan bonita— se levanta y camina hacia mí, con un paquete bajo un brazo.

—Esto es de Ayris— dice, entregándome un paquete envuelt...

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