El verdadero menor

Ayris planta un beso suave en mis labios antes de trotar para ayudar a los guerreros a levantar unos sólidos objetivos de madera en su lugar.

—Debería ser una noche divertida, Pequeña. Nada tan romántico como ver a un montón de tipos sudorosos peleando entre sí, ¿eh?

Me sobresalto cuando Kel habla...

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