Capítulo 36 ¿Celoso?

— De hecho, dormí delicioso, porque no cometí un error tan estúpido de acostarme contigo.

— Jajaja, más bien por eso dormiste bien, porque te hice sentir tu orgasmo. No creas que no sentí cómo mis dedos estaban humanos —dice él, y Johana pasa saliva—. Y no tanto eso, sino rico, que sabe tus líquido...

Inicia sesión y continúa leyendo