Capítulo 65 Hasta dejarla sin aliento.

Prendí mi cigarro y lo fumo. De paso, está haciendo un frío muy hijo de puta. Prácticamente estoy desnudo.

Mi teléfono vuelve a sonar y esta vez ella me está llamando. Volteo a mirar a Johana y está comiendo.

—¿Qué quieres?

—Mi señor, deseo verlo —dijo la chica que él le dio trabajo en el bar.

—...

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