Capítulo 89 Cómplices y amantes de la ciencia

— Dulce, mi amor, debes desayunar y luego me dejarás ver la televisión. Sabes que tu papitos van a parecer en esa pantalla, de hecho, toda tu familia y tu tío Maskyn, mi perdición.

— ¿Pedición? — pregunta la niña.

— No repitas mis palabras, mi amor. Estoy loca. Más bien, come todo, mi niña linda —...

Inicia sesión y continúa leyendo