Capítulo 47— El Regreso a Los Ángeles

El amanecer en Italia se extendía como una pintura de tonos dorados y cálidos sobre las colinas de la Toscana. Desde el balcón del aeródromo privado, el viento traía el olor a tierra húmeda y olivos, mezclándose con el rugido del motor del jet que aguardaba listo para despegar.

Dante hablaba por...

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