Capítulo 50 — Bajo la Sombra del Engaño

Durante semanas, la presencia de Clara Méndez se había vuelto parte natural del hogar Salvatore.

Margarita no dejaba de alabar su paciencia y dulzura; Maximus afirmaba que era eficiente y discreta; y Teo, el más pequeño de todos, la adoraba.

Su forma de jugar con los niños, de contarles historia...

Inicia sesión y continúa leyendo