Corre por tu vida

—¡Espera un maldito momento!— grité al ver que ambos sacaban un cuchillo—. ¿Por qué tienes un cuchillo cuando yo estoy completamente desarmada?

—Me robaste cincuenta mil. Estoy aquí para darte una lección— Luca tenía su expresión de loco. Lo miré, sintiéndome incómoda al recordar cómo me había dic...

Inicia sesión y continúa leyendo