No jodas con mi amor

Damiano

—Todo está listo —me informó Antonio una vez que entramos a la oficina.

—Bien —dije y me senté en el sofá. Miré los diferentes archivos y fotos esparcidos sobre la mesa para averiguar si cada ataque estaba conectado con los otros y cómo lo estaban.

—Entonces, ¿estás seguro de que él tie...

Inicia sesión y continúa leyendo