Deja que termine

No creí que fuera posible sentirme más miserable que esto. Pero seguía siendo arrastrada hacia abajo, sintiéndome como si me estuviera ahogando en miedo y pura devastación.

Estaba agotada.

Agotada por todo lo que me había pasado. Todavía no había procesado el hecho de que Gaetano no era mi padre. Y ...

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