La mansión

Althaia

—¿Crees que están bien?— pregunté por centésima vez a nuestro conductor, cuyo nombre he aprendido que es Dario. El pobre estaba atrapado en el coche conmigo, que no dejaba de hacer preguntas y no me callaba. Sin embargo, nunca mostró molestia hacia mí y seguía asegurándome que nadie ha...

Inicia sesión y continúa leyendo