Descifrando el código

Damiano

Caminé con ella hasta su casa después de que se despidiera de los demás. Nos dirigimos a su habitación después de que saludara a su madre y recibiera un breve asentimiento de mi parte.

—¿A qué hora te vas?— Se acomodó entre mis piernas mientras yo me había sentado en su cama. Ella env...

Inicia sesión y continúa leyendo