Capítulo 123

Me dirigí al balcón, encendiendo un cigarrillo con las manos temblorosas y observando las luces de la ciudad. Algunas mujeres no eran más que problemas. Elsa Hale era el maldito problema encarnado.

Mi teléfono vibró en el bolsillo. Luke.

—¿Qué? —contesté, exhalando humo en el aire fresco de la noc...

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