Capítulo 78

Las luces en el Salón de la Luna Gemela se apagaron de repente, sumiendo todo el espacio en una oscuridad inquietante. Mi ritmo cardíaco se aceleró al instante, e instintivamente presioné mi espalda contra la pared más cercana, mis uñas clavándose en el papel tapiz texturizado. Mierda, mierda, mierd...

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