Capítulo setenta

Con una respiración profunda, Tessa dio un paso adelante, su mano descansando en la empuñadura de su espada.

—Hemos enfrentado innumerables desafíos juntos —dijo, su voz resonando con determinación—. Y esto no será diferente. Recuerden, estamos unidos.

El grupo asintió, su resolución fortaleciéndo...

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